Poeta
Para
Edgar García
La
niña del vestido blanco
que
hizo cambiar tu destino
a
favor de las letras,
juega con una telaraña de mar,
aprendió a pronosticar futuros
se
embaraza del hoy,
burla
al fantasma,
hace
de su cuerpo un verso.
No
la imaginas,
es
tu sangre.
Volviste
del desierto
de
la mano con el amor,
la
diosa es tu estrella
te
obsequió el tiempo,
la
sanación.
Ya
no hay días de luna,
ahora
si hay un mañana
te
quedan las ciudades ahumadas,
la
niña mala aprendió la lección.
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