A
doña Nina
Ella inventa sueños,
se viste de recuerdos,
platica con el sol y le sonríe al cielo.
Un día, su diosa se volvió estrella,
su santuario se derrumbó,
ya no hay Paris que se arrodille,
ni Las Vegas que seduzca,
queda una canción
y mucho amor en el ombligo.
Tiene el alma nueva,
aprende a hacer de su nombre un libro,
no cree ser un enigma
pero tiene el universo en su mirada,
enamora al tiempo y al destino,
poco o nada le importa el ruido
que golpea su techo.
Total,
el café sabe mejor
en el balcón.
Lei todos los poemas y me encantaron, sin embargo éste fue mi favorito, me parece tan bien escrito. Me gusta como utilizaste lo de las ciudades de París y Las Vegas, y lo del café en el balcón ¡uff! Hermosa figura ¡te felicito Luna Sofía!
ResponderEliminarLei todos los poemas y me encantaron, sin embargo éste fue mi favorito, me parece tan bien escrito. Me gusta como utilizaste lo de las ciudades de París y Las Vegas, y lo del café en el balcón ¡uff! Hermosa figura ¡te felicito Luna Sofía!
ResponderEliminarGracias Sara! Sabes, logre escribirlo cuando ella estaba viva, lo mejor de todo que lo vio publicado y aparte de eso la vi llorar de emoción. Al menos eso me queda, haber hecho algo lindo por alguien que me daba tanto amor.
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