En el cumpleaños de mi
madre
Duerma mamita
no podré arrullar sus sueños
tampoco podré traer a la abuela de vuelta,
es imposible que hoy vaya buscar al flaco.
Pero prometo que mañana estarán mis brazos
celebrando lo que el tiempo nos ha robado
-o lo que nos ha regalado-
Entre azúcar y sal nos vamos volviendo una,
yo soy carne de sus huesos
soy hija de leona.
¡Celebremos mamá!
Usted se va poniendo cada vez más joven,
yo me voy poniendo cada vez más vieja.
Espero la Luna sea bondadosa otra vez
y nos traiga alegría en vez de tristezas.
No añoremos el pasado, abracemos este presente
celebremos que ya no hay océanos que nos separen
solamente puertas y calles que nos unen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario